miércoles, 31 de octubre de 2007

Los siete pecados capitales - Gula

gula.jpg picture by pamelayo

Actualmente la gula o glotonería se identifica como el consumo excesivo de comida y bebida, aunque en el pasado cualquier forma de exceso podía caer bajo la definición de este pecado. Marcado por el consumo excesivo de manera irracional o innecesaria, la gula también incluye ciertas formas de comportamiento destructivo. De esta manera el abuso de substancias o las borracheras pueden ser vistos como ejemplos de gula.

Otra de la definición de gula es el deseo desordenado por el placer conectado con la comida o la bebida. Este deseo puede ser pecaminoso de varias formas (siempre siguiendo los conceptos de dicha religión):

  1. Comer o beber muy en exceso de lo que el cuerpo necesita.
  2. Cortejar el gusto por cierta clase de comida a sabiendas que va en detrimento de la salud.
  3. Consentir el apetito por comidas o bebidas costosas, especialmente cuando una dieta lujosa está fuera del alcance económico.
  4. Comer o beber vorazmente dándole más atención a la comida que a los que nos acompañan.
COMENTARIO

Hoy no he encontrado ningún comentario, ni frase relacionada con la gula, pero, no importa, porque no hace falta poner nada. Todo lo que debemos saber sobre la gula te lo pone en los cuatro puntos escritos arriba. Desde mi punto de vista: ¿la gula es mala? ¿podría considerarse un pecado? Yo creo que no.
Siempre se ha dicho que cualquier exceso es malo, pero en este caso, para mi, ese dicho no sería aplicable o, al menos, del todo aplicable.

Mañana: Soberbia

¡BESOS!

2 comentarios:

James dijo...

estan genial estas entradas,pero con respecto a esto yo creo que la gula va muy asociada con la avaricia y hoy en dia no se entiende tanto como en la epoca en la que se dictaron los pecados capitales

Mónica dijo...

La "GULA" como tal, no es un pecado, o al menos no bíblico... se relaciona con la falta de DOMINIO PROPIO, el cual es una manifestación del FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO que obra sobre las personas según lo describe el apóstol Pablo en su carta Gálatas 5:23.

Soy de tu misma opinión en cuanto a que es la semilla de muchas adicciones, sin embargo, también pienso que las personas son quienes no ponen de su parte para erradicarla.