El segundo día no teníamos nada especial planeado. Pensábamos ir por la ciudad para visitar cosillas, bueno, lo típico cuando vas a ver una ciudad. Pero el día anterior al quedar con las amigas de Natalia, estas dijeron que iban a ir a un lugar bastante característico. No está en Barcelona, pero está cerquita, así que nos preguntaron si queriamos ir y, claro, como vamos a ir a Cataluña sin visitar esto:
Exacto, el parque temático de Port Aventura.
Así que, el martes quedamos con Angi y Sandra a las nueve al lado de Le Sans para coger un tren dirección Valencia con parada en el parque temático. Tardamos, entre unas cosas y otras, es decir, paseos, pérdidas de orientación..., una horita y cuarto en llegar allí.
Bueno, que puedo comentar del parque....sinceramente, me encantó. Está muy bien, de verdad. De todos los que he ido, es mi segundo favorito (el primero siempre será Terra Mítica). Las atracciones en las que nos montamos están geniales, bueno, exceptuando alguna que otra en las que casi nos quedamos sin cuello, yo, por lo menos. Una de ellas es esta:
Como ir a Port Aventura y no montarse en el Dragon Khan si es una de las atracciones más famosas de España. Creo, según lo que me contaron después de recuperarme de la impresión de subirme, que es la única atracción de España o Europa que tiene ocho lupings. Para ser sinceros, en el fondo, no está tan mal.
Más que nada, porque no te da tiempo a asimilar que te estas montando ahí. Nada mas subirte ya comienzas a andar. No tienes tiempo de mentalizarte de que lo que has hecho es una auténtica locura, :-)
Aquí va una pequeña instrucción de lo que pasa al montarse en el Dragon Khan:
Espero que no me interpreteis mal. La atracción está genial. Es un subidón de adrenalina impresionante, lo que pasa es que te cuesta recuperarte un poco del susto de haberte subido...
Bueno, siguiendo con el día, después de montarnos en esta maravillosa aventura nos fuimos para las atracciones de agua. Primero nos montamos en los tronquitos....¡que suplicio!. Sin exagerar, estuvimos casi dos horas esperando en la cola. Encima son de estas colas en forma de serpiente, y parece que hay poca gente, pero en realidad hay un montón.
Después de empaparnos todo lo que quisimos y mas en los tronquitos, aquí está la prueba de los desesperadas que estábamos por subirnos (parecemos crías, :))
Después de eso nos fuimos a comer unos pedazo de bocatas impresionantes, es que eran ya muchísimas horas sin comer, y eso se nota.
Y nada, después de eso a seguir montándonos en cacharritos..
El último en el que nos montamos fue en la barca esa grande, que no recuerdo como se llama, y después nos fuimos a ver tiendecitas de recuerdos. Me compré un maravilloso cogín de Betty Boop, del cuál, ya pondré la foto, una camiseta y regalitos para la familia, :-)
Después de gastarnos casi toda la paga en pijaditas guiris nos cogímos el trenecito de vuelta a Barcelona. Otra horita y cuarto, que se me hizo más amena, porque, en vez de ir sentadas en el suelo, ibamos comodamente sentaditas en nuestros sillones mulliditos...
Después a cenar y al hotel a ver House y Cinco Hermanos y, entre uno y otro, no nos dormimos hasta la una y media mas o menos, creo....
Últimamente ando algo cansada por el curro y las fiestas, así que, cuando me encuentre con ánimo de seguir escribiendo, subiré nuestro tercer día.
¡¡Besitos!!
